ORGANIZACIONES EN RESISTENCIA: EL CASO DE LA ASOCIACIÓN CAMPESINA DEL VALLE DEL RÍO CIMITARRA ACVC.
En Colombia hay 48.312.040 personas de las cuales aproximadamente 9.3 millones son campesinos, los cuales han sido el sector más afectados por la violencia. El conflicto armado interno desatado hace más de 50 años, sumado a los nuevos actores y violencias emergentes (como son guerrillas, paramilitares, bandas delincuenciales, narcotraficantes e incluso la arremetida de las multinacionales por el monopolio de la tierra) ha impactado duramente las zonas rurales causando indignación en todo el país, ya que las comunidades campesinas son de vital importancia para el desarrollo económico del país y la subsistencia de todos los Colombianos.
Como la ayuda a estas comunidades es escasa y poco eficiente, las comunidades campesinas han desarrollado una resistencia como alternativa para salir de estos problemas mediante una vía pacífica y de trabajo comunitario, tal es el caso de la Asociación Campesina del Valle del rio Cimitarra, ACVC.
¿Qué es la ACVC?
La ACVC es una organización de campesinos desplazados por el paramilitarismo, que han creado una resistencia tanto social como políticamente a los ataques a los derechos humanos de millones de campesinos en Magdalena Medio. Su idea es ayudar a los campesinos que son desplazados por la violencia, recuperar sus tierras, a sanar heridas físicas y psicológicas de una guerra que les toco luchar.
La ACVC nació en 1996 durante las marchas campesinas a San Pablo y Barrancabermeja para exigir al gobierno una inversión para hacer respetar los derechos humanos. En 1998, la ACVC participó del éxodo campesino a Barrancabermeja, evento en donde se logró que el gobierno del presidente Andrés Pastrana cumpliera en varios aspectos: en el área de derechos humanos, conformar un bloque de búsqueda para capturar y judicializar a los autores de los crímenes cometidos por los paramilitares; y en materia social, llevar a cabo la financiación estatal de un plan de desarrollo formulado desde las comunidades.
Desde 1998, la ACVC promueve la creación de una Zona de Reserva Campesina en el valle del río Cimitarra. Las ZRC son una figura reconocida por la ley 160 de 1994, y se consideran como un instrumento para garantizar el acceso de los campesinos a la tierra, prevenir la concentración de la propiedad y proteger tanto la economía campesina como la soberanía alimentaria.
El 10 de diciembre del 2002, el gobierno del presidente Uribe, a través del antiguo Instituto Colombiano de Reforma Agraria emitió una resolución mediante la cual se creó la ZRC del Valle del río Cimitarra. La misma fue suspendida, en abril de 2003. Desde entonces, en su labor de defensa de los derechos de los campesinos, la ACVC ha exigido el levantamiento de la suspensión, mostrando su indignación ante tal acto
La ACVC ha ejecutado satisfactoriamente proyectos de desarrollo comunitario y derechos humanos. Todos ellos han sido financiados y auspiciados por diferentes organismos e instituciones como el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, el Laboratorio de Paz de la Unión Europea, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Fondo Noruego de Derechos Humanos, la Cruz Roja Española, etc. ACVC también ha recibido ayuda nacional tales como el Banco Agrario, la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena), los ministerios de Agricultura y del Interior, entre otros.
En esta organización participan 120 Juntas de Acción Comunal veredales de los municipios de Yondo, Cantagallo, San Pablo, Remedios y del corregimiento Ciénaga del Opón de Barrancabermeja en el Magdalena Medio colombiano.
En 2010 la ACVC ganó el Premio Nacional de Paz otorgado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, por su trabajo tan solidario que ha ayudado a miles y ha resistido.El motor de la ACVC es “El dialogo es la ruta”, siguiendo estos ideales convocaron una reunión con todas las organizaciones de resistencia ante la guerra en 2011, donde se habló y se debatió ideas y proyectos para la paz colombiana.
Esta organización en la actualidad desarrolla su labor con atención al desplazamiento interno campesino, defensa integral de los derechos humanos en la región, implementación de proyectos productivos de seguridad alimentaria, planificación del desarrollo local y regional, sustitución de cultivos de coca, etc. Todos deberíamos seguir esta ruta de resistencia ante la violencia o por lo menos ayudar a estas magnificas organizaciones merecedoras de muchos más premios, que con su espíritu y su fuerza han salido adelante.
